
..."Cortando cada día la mitad a un palo de un chi (30 cms.) de largo, no se terminaría ni en diez mil años"...
El artista se consuma en su obra. Entrega su vida al trabajo. Con el pasar de los años gana en agudeza y pierde en vista; gana en certeza y pierde en pulso; gana en destreza y pierde en energía inagotable. Es un juego de inciertos equilibrios. Cuando el artista perece, su obra subsiste. "Por sus obras les conoceréis"... Martín.
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